¿Sabías que para un crecimiento saludable de tomates y una alta producción no basta con aplicar abundante fertilizante? También es necesario un manejo científico. Cuando la planta alcance unos 25 filat, trasládala con cuidado a un lugar adecuado para permitir que crezcan nuevas raíces en la base fortaleciendo el sistema radicular. Cuando tenga unas 10 hojas, ata la planta para que crezca recta. Después de la primera floración, añade tres bandas horizontales entre el sexto y el octavo grupo floral para asegurar las flores y los frutos. Corta los puntos de crecimiento superiores para que los nutrientes se concentren en los tomates, no en las ramas y las hojas. Además, recuerda retirar las hojas viejas de la base para permitir una mejor circulación del aire y más luz. Además, retira regularmente el exceso de flores y frutos, dejando solo los más sanos. Por último, no olvides revisar regularmente si hay plagas y enfermedades. Este paso también es crucial.

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